Angela Sacalxot – Guatemala –

(Quetzaltenango, Guatemala, 1993) Poeta. Ha publicado el libro Noche en mi Ventana (Editorial POE, 2018). Parte de su poesía se encuentra en las antologías Efluvio Poético (Club de Poesía Casa los Altos,2014), Versos Incompletos (Poetry Slam Xela, 2014), Per-Versos (Poetry Slam Xela, 2017), Para cuando nos volvamos a juntar en la cafetería a tomar café, antología poética hispanoamericana de mujeres menores de 30 años (Chuleta de Cerdo Editorial, 2020), Poetas de Quetzaltenango (Sión Editorial, 2021), Una palabra que perfora el tiempo (Metáfora Editores, 2021). También en revistas electrónicas como Revista Literaria Flor de Azalea y Revista Luna: Versos de Plata y en el espacio virtual de difusión para escritoras Especulativas. Primer lugar en el concurso literario Letropias de Lucano Coffee and Books (2018), segundo lugar del certamen de poesía Matasanos Practicantes del Centro Universitario de Occidente (2015), finalista en el primer certamen literario internacional Lone Star de Poetas Houston (2020).

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Frente al fin del mundo

Ahí donde se esconden los dinosaurios

¿Aún tendrán miedo del fin del mundo?

Tiemblan al contar avariciosamente

sus huesos 

              mil 

          cráneos

           se sacuden 

                         des

                            pa

                              cio

pero son tan eternos y

mañana seguirán siendo 

los evasivos dueños 

de un roto planeta

con la sombra de otras eras

arrastrando un pasado remoto

que tal vez

no tiene fin. 

Sibila tira al piso una taza de café

un grito cataclísmico

y un agujero negro despierta

una llamarada arde ante sus pies. 

La explosión que deshizo la taza:

una trampa líquida

retiene la luz.

¡Ya basta!

Vence esta caída al centro mismo del espacio. 

Astronauta perdida 

dentro de la hipnosis entre infinitos trozos 

de porcelana. 

El juego 

Después de la cena

sentadas frente a frente

recuerdo la larga sombra de las noches espabiladas

tan vivas como muertas acurrucadas en la cama.

La oscuridad nos acosa con un lloroso silbido

y noto que ella sabe lo que recuerdo.

El nerviosismo estalla en la punta

de sus dedos

prefiere llevar su precipitada existencia

a otra parte. 

¿Ya te vas Sibila?

La noche quema en la garganta del eco vidrioso

de esas calles despobladas que aún no esperan el repique

de tus pasos.

Aguarda un momento y dime

algo que recuerdes

jugaremos a adivinar en qué piensa cada una.

Desde este momento a ver quién de las dos

se oculta primero.

Separación

No hay lluvia en mis ojos

no hay manto de paisaje acuático.

Ya todo lo vertí en mis muertos

mientras duermen en mis sueños.

Los dejo ir 

en el viento ingenuo que los acompaña

para ir lejos

alcanzando la plenitud que no vieron

en mis manos.

Regocijados van, en el vuelo palpitante

del eco fantasmal

que deja sus huellas en mi garganta

mientras dicen adiós.

Encuentro lunar

La luna agitó la noche y goteo sobre ella.

Remueve las entrañas de la arena

mientras me arrastro junto al mar 

que se queja

entre su ronda de idas y vueltas. 

Sigo y sigo apenas, en los bordes secos de la playa

en tinieblas.

Solo un movimiento necesito

para dejarme arrastrar por el agua

               aunque el océano no me pretenda              

               y no me retiene la tierra

un movimiento simple para alcanzar el reflejo 

de la luna que flota y cae 

entre miles de gotas sobre la noche seca.