Así como adornar con flores, con velas, con incienso, con copal el altar, como ofrendar pan, azúcar y panela para agradecer todo lo que los abuelos nos dejaron, de la misma forma la poesía del poeta Maya Mam Wilson Loayes viene a entregarnos esta ofrenda convertida en palabras, recordándonos que el poeta puede ser una silla frente a una ventana o la voz de una región que está llena de magia y que nos ha sido dada como una herencia que debemos cuidar, de la misma forma advierte que somos como el maíz, de diferentes colores y que si bien la maldad tiene ojos ciegos, también pueden sanar y de ellos nacer la esperanza, acá el grito de Wilson Loayes, un poeta que nos regala su voz, su sabiduría y su humildad, tal y como se la entregaron los abuelos.
Marvin García, Coordinador regional Proyecto PoétiCA. Quetzaltenango, Guatemala, enero 2014.