Consuelo Tomas – Panamá–

Nació en el año 1957, Poeta, narradora, comunicadora social. Ha ganado premios nacionales en poesía, cuento, novela y una mención honorífica en teatro. Invitada a una pluralidad de encuentros literarios en España, Macedonia, Centroamérica, Alemania, Argentina, Cuba, Puerto Rico, México, Colombia, República Dominicana. Incluida en una pluralidad de antologías y traducida al inglés, francés, holandés, sueco, alemán, rumano, portugués y macedonio y bengalí.

En Agosto de 2020 se hizo acreedora al primer premio de poesía León A. Soto con el libro Breve recuento de sucesos. Ha trabajado como editora de revistas culturales y comunicadoras en proyectos de equidad de género, juventud y en rescate de patrimonio cultural inmaterial. Llevó por varios años programas culturales de promoción literaria en radio Crisol FM (SERTV). Forma parte del equipo organizador del Festival Internacional de Poesía Ars Amandi Panamá (www.arsamandipanama.weebly.com) y del Consejo Editorial de la Biblioteca Nacional. Participa como gestora cultural en la Asociación Cultural AlterArte y como dirigente comunitaria en Asociación Pro mejoras de Miraflores.

Ha publicado en poesía: “Confieso estas ternuras y estas rabias” (1984); “Las preguntas indeseables” (1985); “Apelaciones” (1992); “Motivos Generales” (1992) “Agonía de la reina” (1995,2000); “El cuarto Edén” (1995); “Libro de las propensiones” (2000, 2002), “Escrito en Piedra” (2014).

En cuento: “Cuentos Rotos” (1992); “Inauguración de la fe” (1995, 2000); “Pa´na´ma quererte” (2007).  Ha publicado en teatro: “Evangelio según San Borges” (2004) En novela: “Lágrima de dragón” (2010, 2013, 2019).

Hembra vengo

Hembra vengo

del agua y de la luz

de tu beso mortal y salobre

de tu golpe de viento y mar

Hembra soy

vida posible

canción oscura y salvaje

camino abierto y sin fin

Varón vienes

héroe de la guerra y de la sombra

pleno hacedor en la urdimbre de la vida

y la incansable estrategia del cristal

Toma mi desnudez antigua

dame tus incendios y tus claves

Vamos a enmendar viejos errores

recuperar el paraíso.

Por si las moscas

Por favor

no canten victoria todavía

encima de mi plato.

La cuchara está vacía -lo sé-

y los argumentos que quedaban se me fueron escurriendo

por los bolsillos rotos

y los huequitos de la santa paciencia.

No obstante

en el cuenco de mis manos

aún me queda un buche de agua

para salvar del abismo

la última flor

el último pájaro.

(Del libro Apelaciones, Ed. Mariano Arosemena, 1993)