Delia Quiñonez -Guatemala-

Escritora, Promotora y administradora cultural.  Miembro de Número de la Academia Guatemalteca de la Lengua, correspondiente de la Real Española.  Premio Nacional de Literatura “Miguel Ángel Asturias” 2016.

Integro el grupo de Poetas “Nuevo Signo”, uno de los grupos representativos de la literatura guatemalteca; del Salón Nacional de la Acuarela, de la   Asociación Cultural de Guatemala; de la Fundación Guatemalteca para las Letras y del Premio Guatemalteco de Novela. Forma parte del Consejo de Administración del Aporte Cultural para la Descentralización Cultural –ADESCA- del Ministerio de Cultura y Deportes de Guatemala.

Estudió en el Instituto Normal Centroamérica y en las universidades de San Carlos, Francisco Marroquín y Del Valle de Guatemala. Ha publicado poesía, ensayo y narrativa breve; prólogos, ensayos, estudios y comentarios culturales, literarios; feministas y de artes visuales en periódicos y revistas.    Su obra literaria aparece en importantes antologías de escritores centroamericanos, muchas de ellas bilingües.

Declarada Artista del Año 1989 por la Revista de Naciones. Condecorada con la Orden “Vicenta Laparra de la Cerda”,  de la Asociación del mismo nombre; y la Orden “María Antonieta Somoza” de la AMPEG.   La Feria del Libro de la Ciudad de Guatemala le fue dedicada en 1999 y la Municipalidad de Guatemala la declaró Vecina Distinguida

Entre sus poemas se encuentran “Barro Pleno”, Otros Poemas, “Nos habita el paraíso”, “Ultramar”, “Vuelo de piedra”, “puño y flor”,Rituales sobre la piel”;“Cantos rodados”.

Se encuentran los siguientes: “La poesía de José Humberto Hernández Cobos”, “Elogio de la vida” en la poesía de Julio Fausto Aguilera; “Letra sobre Letra”– Motivos para el Poema-; “Guatemala: Descubrimiento y Deslumbramiento” en Luis Cardoza y Aragón y en David Vela Salvatierra; “Eros: vela y ancla”. Poesía de escritoras guatemaltecas; y “Urdimbre de Voces”.

“Magia de siete colores”; “13 boleros y un tango triste”; “Carta Astral”; y “Astroloquía, cuentos zodiacales”, en coautoría con Julia Abbott y Marcela Valdeavellano.

Poeta homenajeada del 16 Festival Internacional de Poesía de Quetzaltenango.

Misiva de Dánae

Querido:

Recibí tu lluvia de oro
envuelta en pergaminos de hace siglos.

Aunque no traía remitente
ni fragancias de mares o de bosques
supe que llegaba de ti
asaltando el tiempo
para cruzar abismos
y deslizarse, victoriosa,
en una eternidad desconocida.

Cálida,
no supo que calmaba
una sed indescifrable
y que gota a gota
transformaba la núbil caverna
en prados y vergeles.

Pero ya no envíes, querido,
ninguna lluvia de oro
porque ya no hay pergaminos
que resistan los siglos
y en la núbil caverna
la luz podría transformar en piedra
el oro de tu lluvia.

Dánae
Hija de Acrisio, rey de Argos. Zeus se introdujo en forma de lluvia de oro en una torre de bronce donde su padre, Acrisio, rey de Argos, tenía recluida a Dánae. El dios la sedujo y ella dio a luz a Perseo.

Misiva de Cloe

Querido:

Una noche la cara visible de la luna
me descubrió tu parte gris,
tu enlutada presencia
de amante confuso y veleidoso.

Entonces empecé a recorrer
los caminos del llanto y de la ira
y desterré los secretos
que ardieron como leño
en las cuatro esquinas de la alcoba.

Envolví las arenas de tus puertos,
quemé los soles de tus mares errantes
y cubrí de espuma el fuego de tu nombre.

Mucho tiempo después
lancé saetas desde mi propia herida
y tus ojos derramaron sangre
hasta quedarse vacíos.

Por eso, querido,
no podrás leer nunca
esta misiva que te escribo
desde la cara invisible de la luna.

Cloe
Ninfa casada con el pastor Dafnis. Al descubrir la infidelidad de su esposo lo dejó ciego. Éste, abrumado de tristeza se mató al caer a un precipicio.