Juan Carlos Abril -España-

Los Villares, Jaén, España, 1974, doctor en literatura española por la Universidad de Granada donde trabaja como profesor titular. Ha publicado los poemarios Un intruso nos somete (1997), El laberinto azul (2001), Crisis (2007) y En busca de una pausa (2018). Su poesía reunida ha aparecido en México y Costa Rica. Ha editado la antología Deshabitados (2008), entre otras, y coordinado el volumen Gramáticas del fragmento. Estudios sobre poesía española para el siglo XXI (2011), entre otros. También ha traducido a Pasolini, Marinetti, Salgari, etc. Forma parte de antologías como 10 menos 30. La ruptura interior en la «poesía de la experiencia» (1997), o La inteligencia y el hacha (Un panorama de la Generación poética del 2000) (2010), ambas de Luis Antonio de Villena; o Centros de gravedad. Poesía española en el siglo XXI (Una antología) (2018), de José Andújar Almansa. Crítico literario, destacan asimismo los ensayos Lecturas de oro. Un panorama de la poesía española (2014), El habitante de su palabra. La poesía de José Manuel Caballero Bonald (2018), y Panorama para leer. Un diagnóstico de la poesía española (2020). Dirige la revista Paraíso.

ELEGÍA

La noche es el escudo

que abarca su mirada,

la tierra que rodea

desde el riesgo a la tumba.

Ya amanece

en la posada del acantilado

donde cuelga un farol

y un letrero que gime en las tormentas

infernales de invierno.

Aquí vibra el dominio de la espada,

mano que empuña su destino

libre y que atraviesa

el territorio de la dignidad.

Yo prometo

la tierra de los sueños,

lejana de las leyes de los hombres

que ahora contemplamos.

Voz inerte,

viento, nostalgia. No te apresarán

los perros convocados que persiguen

el olor de una muerte fugitiva,

ni cederán el hambre,

los pies siempre cansados,

la persistencia del dolor.

Yo sé

que este horizonte púrpura consigue,

como fuego y presagio,

el rastro insoportable de la cólera,

la luz de la esperanza.

(De Un intruso nos somete, 1997)

ESPACIO

Llegas a cualquier sitio

a través de un poema:

el mundo viaja solo, y tú también

en su infinita red de vanidades

te dejas arrastrar

por símbolos, deseos,

buscando su sabor

con recuerdos gastados.

No te canses. Tampoco insistas.

Para qué preocuparse.

Quien más quiere avanzar más retrocede

en este laberinto donde olvidas

el único color de los matices,

su frágil soledad difuminada,

y arrojas sus palabras al vacío

y al caos.

Nunca el caos, camino equivocado.

(De El laberinto azul, 2001)