Luis Méndez Salinas -Guatemala-

(Ciudad de Guatemala, 1986). Poeta y editor, con estudios de licenciatura en Arqueología. Fundador y director del proyecto Catafixia Editorial. Coordinador del proyecto El futuro empezó ayer: apuesta por las nuevas escrituras de Guatemala (Catafixia Editorial / Unesco Guatemala, 2012). Participó en el programa de invitación de la Feria del Libro de Frankfurt en 2014. Colabora periódicamente con diversas revistas electrónicas y publicaciones impresas de Latinoamérica. Ha publicado los libros de poesía (sí) …algún día nos haremos luces (Editorial Cultura, 2010) y Códex (Catafixia Editorial, 2012).

sólo estaba el mar en todas partes;

 

sólo estaba

la tiniebla y el zumbido

de aguas quietas

bajo el cielo; sólo

la tranquila oscuridad,

el suave oleaje

y las espumas;

sólo la ternura de ese mar

que avanza y flota sobre sí, su

desplegarse sin tiempo y sin orillas,

su ritmo que es latido murmurando

frente al cielo –todo alas

y preguntas, todo noche–;

 

sólo estaba el mar

y su tibieza, sólo estaban

las cumbres de sonido y agua,

su silencio sólo,

su tentativa y su hambre

y su deseo

de poblar el tiempo y

empapar la luz,

su explosión de alas marinas

y de sed, su estallido

de humo y canto;

 

no existe tierra todavía,

sino agua reposando y cielo negro,

no existe suelo ni fractura

sino arrugas, gotas, líneas

infinitas derramándose;

sólo el agua

y los peces y los soles –sus escamas

luminosas, sus efímeros reflejos–

que en el agua instalan

profecías de silencio;

 

entonces,

sobre el mar rotundo

y los pliegues que lo surcan,

bajo el cielo de la noche

está el deseo,

ese enjambre de una luz

que no ilumina todavía, pero es

premonición y anuncio

de las transparentes plumas

que se agitan y se posan

sobre el agua, perforándola;

 

entonces

hay heridas que supuran en el mar:

surgen grietas, oquedades de sonido

y humo desangrándose;

entonces

una boca empieza a abrirse,

una boca que es aliento

y alucinación y canto,

que se sueña y que

se nombra:

dice caos,

vacío,

dice tiempo;

eternidad, galaxia, nebulosa;

 

dice

la boca,

va nombrando,

como si al decir las formas

las creara,

como si al decirse;

como si dijera viento, calma,

cicatriz;

 

en el agua

va formándose

una lenta geografía,

una huella dactilar, un espejismo

del tiempo y de la boca

–delirante y absoluta–

que diciéndose

ha creado.

Lecturas Asignadas

Quetzaltenango y Sedes

Sede San Cristóbal Totonicapán 10-ago 8:00 a. m.
Lectura de Poesía y presentación del Libro Centroamericano de los Muertos de Balam Rodrigo, Centro Universitario de Occidente 10-ago 7:00 p. m.