Acá estamos, sosteniendo la vida, acá estamos, abrazando la memoria, acá estamos, alrededor de la palabra, acá estamos, con cantos y con flores, acá estamos, abrazando la ternura, acá estamos, invocando la memoria de aquellas y aquellos: nuestras madres, nuestras hijas, nuestras hermanas, nuestros padres, nuestros hijos, nuestros hermanos que permanecen presentes como presentes su lucha y el sueño de una vida en la que la tierra nunca será árida, es imposible olvidar el pasado porque convive cotidianamente, dialoga a cada momento con nosotras y nosotros, es una semilla que se mantiene dando frutos, por eso insistimos en decir: ¡Acá estamos!, dejando esta ofrenda que nace en las cuatro esquinas del mundo, en el lado visible y en el invisible, acá estamos con un manojo de ocote y otro de palabras entre nuestras manos, acá estamos con las razones claras para seguir en el camino, para no olvidar.
Son tiempos difíciles, eso lo tenemos claro, sentimos miedo, hemos sido forzadas y forzados al silencio, pero nuestro ofrenda es estar acá, resistiendo con amor y con el gesto más poético que pueda existir: celebrar la vida a pesar de todo at.
Decimos amor, decimos vida, decimos fuego, canto, flor, palabra, verdad y lo repetimos tantas veces hasta que al fin la belleza prevalezca sobre el horror, hasta que al fin esta noche larga se transforme en una luminosidad y junto a ella vengan las almas de todas y todos, gente nuestra que la muerte ni el olvido lograron desaparecer.
Nos reunimos pues, nuevamente con este inquebrantable espíritu comunal, en este círculo donde nos reconocemos, dibujamos sobre la tierra un símbolo que representa la lucha por la memoria, ponemos cada poema como una ofrenda que abre este ceremonial de la palabra, ¡Qué comience ya! ¡qué se avive la llama! ¡qué se encienda el fuego!
El 16 Festival Internacional de Poesía de Quetzaltenango ofrece un homenaje a la poeta Delia Quiñonez y a Asociación Memoria, Dignificación y Esperanza -AMDE- de Santa Lucía Cotzumalguapa