Poeta y periodista. Publicó El juego conquistado (1995), La mano suicida (2000) y Fieras Domésticas (2019). Realizó talleres de escritura teatral y cinematográfica con Guillermo Gentile, Roberto Cossa, Jorge Goldenberg y José Sanchis Sinisterra. Comparte la autoría de los proyectos de poesía y artes visuales In Dubia Tempora (2004) y Vanguardia Popular (2012). En 2018 lanzó ‘Grandes Sobras del Feminismo Sucio’, la primera colección de la Biblioteca Textil Centroamericana, plataforma editorial creada con el fin de provocar lectores de cualquier edad, sin importar su grado de analfabetismo.
Canto a mí misma
Un arrullo insoportable
pesa en mis oídos todas las noches:
El zumbido del refrigerador
la respiración de mi vecino más cercano.
He hecho todo lo que dije
que nunca haría.
Aceleración de los cuerpos
Durante el camino, ella piensa que no llegará a tiempo. La distancia y la soledad de su prisa son más que un anticipo. Al llegar, no escucha sino el murmullo de la sangre y el deseo, por eso no tarda en adentrarse por el ancho corredor.
Luego está sentada, desnuda de la cintura para abajo. Todo está limpio, tibio y en penumbra. Es el 13 de febrero de 1970 y es una perfecta mañana de invierno. Mi madre tiene dolor, tal es la naturaleza de un parto, y por eso su destino es el coraje, un coraje donde el dolor es la única salida.
Después de la última contracción comienzan las revelaciones: el dolor se convierte en destino de la cintura para abajo; el coraje, en una penumbra de invierno; mi madre se congela en el amplio corredor y yo me convierto en el deseo que nunca llega a tiempo.
Soy
Soy la gran Virginia Grütter, ¿la recuerdas?
la que escupe tabaco en las esquinas
y está ronca de pegar gritos
y camina como una estela pintarrajeada y tambaleante
Soy Marguerite Duràs con su joven amante
y su vida refinada y alcohólica
Soy Simone de Beauvoir con todo y su Jean Paul Sartre
y su intelecto y su feminismo y su academia
Soy la imbécil “femme” que desde este pueblo polvoriento
habla del erotismo francés
frente a un auditorio de subnormales
Soy la puta más puta que arrastran de los pelos
asquerosa y desnuda
Soy la pobre infeliz
que no tiene un centímetro de cerebro
hipocondríaca
que camina como idiota esperando que el padre de sus hijos
o el cura
le dé una limosna.
Soy yo
la del cuerpo grabado en la piedra
la que consume sus ojos en la arena
la que ya no puede hablar de amor tan fácilmente.