Nació en Bogotá en el año de 1956 y a los diez años realizó sus primeros escritos, una narrativa muy al estilo de los novelistas del boom latinoamericano. Maestro toda la vida, para su formación estudió pedagogía, filosofía, historia y artes plásticas, gracias a lo cual desarrolló una extensa labor formativa en humanidades en colegios y universidades, además de participar con su obra pictórica en exposiciones colectivas e individuales. Su voz poética fue surgiendo poco a poco de su prosa hasta la creación de su primer libro de poesía, una publicación artesanal de “Sandeces en tiempo real” en 2018, con ilustraciones elaboradas por él mismo. Recientemente ha finalizado su segundo poemario, “Pura afición al prodigio”, labor que acompaña con el trabajo plástico y su tercera obra de poemas.
POEMAS
De “Sandeces en tiempo real”
III
aunque no nos bastó todo el arte griego
nos estremece cualquier caricia
al azar
porque adentro somos éter calcificado
levantamos puentes
bogamos el mar
y acechamos las estrellas
¿qué más se nos puede pedir?
¿qué más?
V
soplan vientos de incertidumbre
dicen los filósofos
el reino donde todo es posible
pero nada es verdad
si acaso verosímil
pero el pájaro aún escoge
las mejores ramas para su nido
la piedra ofrece su gris majestuoso
y el mar
todavía
es la gran contaminación de ebriedad
la incertidumbre está en los sueños
no en la herida
no en el gozo
XIII
el espejo
laguna donde abrevan los reflejos
su sed de vida independiente
de niño he soñado con zambullirme
en la perfecta espesura de su hoja
viejo ya, tengo la sensación
de haber estado al otro lado con frecuencia,
copiando los gestos y la mirada
del otro a quien me parezco
De “Pura afición al prodigio”
III
Ni hablar de los colores,
cómplices de las cosas.
¿cómo respiraría el mundo sin ellas las verdaderas?
Oh el desconcierto a su simple roce,
a la fricción apenas imaginada,
que nos ata a nuestra finitud.
(Su perpetua vida
de belleza detenida en el tiempo).
¿Respiraremos al unísono con ellas,
moriremos por ellas sin que lo sepan,
en secreto?
Nuestro último aliento
será una venia a su dignidad,
para descubrir,
por fin,
cómo palpitan ser ellas mismas,
cuánto nos han llamado a su feliz encuentro.