Tegucigalpa, Honduras 1982. Poeta, gestora cultural, ex miembro fundador del colectivo Paíspoesible y Artistas en Resistencia, actualmente dirige el proyecto Casa Cultural BocaLoba y coordina el jurado de los juegos florales de poesía de la ciudad de Santa Rosa de Copán, Honduras.
Ha publicado los poemarios: Escribiéndole una casa al barco, 2005
Puertos de arribo 2009 y Agua Mala 2018
Ha participado en numerosos festivales de Iberoamérica facilities and estates, gran parte de su obra aparece en revistas y antologías internacionales.
Que el agua se lleve
la deshumanización de estos años
la ausencia
la garganta de los monstruos
que besé en mi inquietud.
Que venga y lave
los dientes de la infancia perdida
los restos de uñas
la impaciencia.
Que humedezca los cúmulos del dolor
que derribe la arena de mis tendones
que deje envejecer los pasos de mi memoria
y permita entrar un silbido de viento aterido
un viento que pase besando
las flores marchitas de los sepulcros.
Que el agua haga grafías de pequeños milagros
que roce mis manos
y las cuencas vacías de mis ojos vencidos.
Que el agua corte de un tajo
el ejercicio de la distancia
que sea un agua ciega la que engendre
muertos distraídos por una flor
que aún no acaba de morder un espasmo de luz.
Que sea esta agua daltónica la que venza la muerte
la que impetuosamente
haga bibliografías de las aceras donde morí.
Un agua con náuseas
preñada por la clepsidra de un tiempo húmedo.
Un agua que no sepa de burbujas
que no sepa de soledad.
Una que entienda que acá
nunca nada sobró.
Un agua que se desvista y al girar los ojos
pueda rondar la fibra de mis huesos
la decadencia de mis vestidos náufragos
la estupidez de sentirme viva
devastando la cordillera de la inmensidad.
Un agua que me quiera ahogar
una que habite la casa que deambulé
sin saber bien por qué.
Un agua que trágicamente hice mía
en una fiebre que deslumbró mis pasos
y marcó líneas distintas en mis pies.
Un agua que sepa beber de un sol baldío
que tenga hambre de sangre honda
la menos bella de todas las sangres
la menos trillada de todas las sangres
la más imperfecta
la más desnuda
la más rebelde.
Toco el fondo del agua.
Hundido está en este vaso
todo mi ser.
La verdad está arrepentida
Abatida la verdad
como una máquina de pájaros moribundos
que atraviesan mi sombra.
He tocado el fondo del agua
lo he hecho.
Un bosque enfermo de lluvia negra son los recuerdos
un viento que silba muerte
un huracán oscurecido de arena son los recuerdos.
Reinos giratorios
golpean el infinito cuerpo proscrito del polvo.
Y me embosca un espasmo
me embosca un ciclón.
.
Y nadie
absolutamente nadie
puede argumentar
que este sol hundido en mi pecho le pertenece.
Corrupto está mi amor
entre la tristeza y el olvido.
He tocado el fondo del agua
la fiebre profunda de un maremoto
atraviesa mi sombra
una máquina de pájaros moribundos.