Acérquense los del fuego
Los enamorados de la vida
nos calentaremos con estos nuestros corazones
Hechos leña bajo este rudo temporal
Pero contentos
Roberto Obregón
13 es el número del movimiento y de la transformación, número sagrado. Este año el Festival Internacional de Poesía de Quetzaltenango llega a sus trece ediciones ininterrumpidas, evento que nació de la importancia de congregarnos alrededor de la palabra para buscar la paz, respetar la vida y sus diferentes manifestaciones, para encontrar el lado mágico y bello que encierra lo cotidiano, para no olvidar. 13 años que han sido un proceso de búsqueda y de encuentro con nuestra esencia más profunda, camino de aprendizaje pero también de renovación que ha abierto la puerta para que cientos de personas descubran en la poesía una luz, para que la esperanza se mantenga en un país con muchos conflictos, en donde la violencia y la intolerancia parece no darnos espacio, la poesía ha sido señal luminosa, llama encendida que nos
marca el camino.
Este año creímos necesario dar nuestra ofrenda a la memoria del poeta Roberto Obregón, voz profética que fue silenciada, lo hacemos para que su palabra y su vida se conozca, para que llegue su descanso, para que se mantenga presente. Esta ofrenda es también para los miles de niñas y niños que seguimos buscando, aquellos niños a quienes se les fue cortada la inocencia, los que fueron separados brutalmente de sus familias, los que dejaron profundos vacíos y heridas que aún no ha sanado, los que fueron obligados a cambiar de nombre, a esas niñas y a esos niños el Festival Internacional de Poesía de Quetzaltenango los recuerda, también a sus familias que hasta el día de hoy permanecen con la esperanza de encontrarlos,
a ellas y ellos nuestra ofrenda, nuestra palabra, nuestro fuego, nuestra poesía.
Las niñas y los niños son la esencia para la renovación y la esperanza de este territorio que habitamos, también son la llave de la libertad y la dimensión lúdica de la vida, por eso venimos a decirle a todas las niñas y los niños que fueron desaparecidos —más de 5,000 según el informe de la comisión para el esclarecimiento histórico— que siempre los hemos abrazado con amor y que siguen habitando en nuestra memoria personal, familiar y comunitaria. Ustedes niñas y niños fluyen en la memoria viva con dignidad, viven y extienden sus alas junto con las nuestras, para seguir construyendo el país que anhelamos.
Cada persona y familiar que los busca incesantemente en el tiempo y el espacio los invoca con ternura, va también nuestra ofrenda, nuestros poemas y gratitud a las madres y mujeres que nos han dado y siguen dando ejemplo con sus inspiradoras luchas por encontrarlos, un gesto poético y amoroso que reconocemos.
Hoy todas esas niñas y niños que desaparecieron durante la oscura y triste guerra que golpeó Guatemala serían grandes, cumplirían sus sueños, estarían entre nosotros acompañando la transformación en los territorios con su lucidez y humanidad. El recuerdo que conservamos de ustedes, está relacionado con la magia y la belleza, hoy sus energías caminan de la mano con nosotros y con las y los poetas que han sido llamados desde diferentes países para volverlos a nombrar con solidaridad, respeto y amor. Tantas vidas arrebatadas por el odio deben ser reparadas con generosidad y dignidad. La sociedad pide perdón por estas atrocidades que no deben repetirse.
El 13 Festival Internacional de poesía de Quetzaltenango, dignifica la vida y obra del poeta Roberto Obregón y a la niñez que buscamos; en este libro queda registrado una muestra de la poesía de los 42 poetas provenientes de
diferentes países que este año son parte de este evento único en Guatemala, acá el abrazo, acá la esperanza del encuentro, el aporte de las poetas y los poetas al resarcimiento espiritual que tanto necesitamos.
Asociación Metáfora
Xelajú, junio de 2017