Ajtz’ib’ – Artista maya Kaqchikel, originaria de chi Xot – Comalapa en Guatemala. Trabaja en comunidad para que el arte y el conocimiento de los pueblos siga floreciendo. Es Escritora, pintora, tejedora y promotora cultural. Escribe en idioma maya kaqchikel, en español y con glifos mayas. Es instructora de las clases de tejido en telar de cintura. En la pintura su técnica es Oleos sobre tela, madera y barro. Coy ha participado en festivales de arte y de poesía a nivel nacional e internacional.
Mi vecino el maya
Miren, ahí va el maya
ese es mi vecino el maya,
dicen que cura a la gente con siete montes
y que llama a los espíritus en una olla de barro.
No, mejor no lo miren
dicen que embrujó a su mujer
que tiene muchos dioses – falsos
que habla con el diablo a media noche
que es un loco come barro
que, además, es un pobrecito con xerca
dicen que es un analfabeto
que no sabe firmar
que es un salvaje, un incivilizado
que aúlla junto a los lobos cuando miran la luna
y que por las noches se convierte en serpiente…
Lo que ellos no saben es que él es energía pura
Y sí, él es quien cura con más de cien montes
Y Sí, es cierto que a veces se convierte en serpiente
pero sólo a veces
porque las otras noches se convierte en un búho guardián
se convierte en un jaguar o en un águila de dos cabezas.
Él habla con los espíritus
para regresarlos al cuerpo que pertenecen
llama a los abuelos milenarios por su nombre:
Tepeu, Q’uq’umatz, Alom, K’ajolom,
invita a los que están en el corazón del cielo
y a los que están en el inframundo.
Ahí, en el punto de conexión
él ofrenda los puros de hojas de tabaco,
en ese círculo sagrado
su nawal te satura con pom,
con candelas de cebo
con la cuxa de montaña
con la ruda, con el chilco y el romero,
su esencia huele a dignidad
y a pétalos de rosas recién cortadas.
Él, entiende las señales del universo
él es el contador de los días y de los tiempos
kixam pe’, tisipaj pe’ ri nimaläj na’oj
tik’waj qab’ey qati’t qamama’
así le habla al fuego sagrado
así se comunica con los mensajeros
para que los pueblos sigan floreciendo
que nos ayuden a cuidar de Mamá Tierra
que venga la esperanza desde su corazón
que la herencia de lucha nos mantenga en equilibrio.
Él, es quien silba con el Guardabarranco
quien camina junto a la Abuela llenita de amor
quien se inclina ante Papá Sol antes de sembrar
él es quien besa la tierra que dará el fruto de su vientre
depositará los frijoles que abrazarán a la milpa
y ofrenda frutas y ofrenda palabras.
Si en cambio siembra la primera piedra de una casa
entonces ofrenda la sangre de un gallo
rocía cuxa, pone flores y candelas en las esquinas
alegre conversa con los guardianes de media noche
que los protejan les pide
que los abrace por todos los ciclos.
Ah, el trenzador de palabras
el que enlista los sentimientos
el que ofrenda los consejos
el que inspira esperanza
el que entra hasta la herida más profunda de mamá y papá,
el que llega al corazón alocado de los enamorados
y ordena el pensamiento de ahijados y compadres.
Él, es el cimiento de la fuerza y el amor
no es uno, porque él es todos,
de su cabello trenzado
se aferran ellas y ellos
para no perderse en caminos sinuosos
y entrega su Toj para pedir la guía.
Él es quien alimenta mi espíritu con conciencia
con el maíz y la troja como herencia
con ese corazón de Tz’ikin
terminamos un ciclo para iniciamos otro
así, junto a la semilla que retoña después de la muerte.
Sí, él es el maya que cura con siete montes
Y sí, es cierto que a veces se convierte en serpiente
pero sólo a veces
porque las otras noches se convierte en el búho guardián
se convierte en un jaguar o en un águila de dos cabezas.
Rija’ numama’, ese hombre, es el mismo a quien yo llamo, abuelo.