Paola Ochoa -Guatemala-

San francisco Zapotitlán, Suchitepéquez, Guatemala (1999). Fundadora del colectivo Atmósfera Literaria, Actualmente dirige el fanzine Adentro, ha participado en varios festivales, tiene publicado el poemario abismos [Editorial POE, 2017]. Algunos de sus poemas se encuentran en la antología Per-Versos (ADESCA, 2017). Mención honorífica en el II Certamen Nacional de Poesia Joven  convocado por Asociacion Metafora, Quetzaltenango, Guatemala. 2020

Que ya no soy una niña dice mi madre

mamá

yo nunca fui una niña

Que la infancia es la mejor época

¿Qué es eso?

Con que se come

Que fui muy querida dicen

Pero a mi me quiso la desgracia

Puedo ver a los ojos de una pequeña mujer

Sentada

En la esquina de una cama

Con paredes corintas

Y piso de cemento

Mi madre me confeso que no era cajera en una gasolinera

Mientras sostenía la escoba en sus manos

Y yo mi pacha

Una semana después

mi padrastro nos dejaría encerradas y sin comer durante tres días

y yo aprendería que es el dolor

que es el hambre

que es la duda

a lo largo del tiempo descubrí que la edad es solamente un número

que los golpes hacen que se olviden las penas

y que siempre hay algo peor

a veces juego a que todo fue un sueño

imagino que solo leí una historia

me pregunto

¿todo esto realmente existió?

Pero luego vienen las cicatrices

Esas que no te dejan olvidar y creer que todo fue una mentira

Y ahí en ese mar profundo me acuesto

A esperar

Que todo ese suplicio algún día me sirva de algo.

La primera vez que un hombre me pego me suicide

Le envié un mensaje a las personas importantes en mi vida

A mi madre no la pude ver a los ojos

Vi en las paredes plasmado mi dolor

Me desfigure como un fantasma

Que escucha voces

Que quiere volver a vivir

pero ya está en el abismo

Me miraba las manos para saber si era un sueño

Pero solamente presentía dolor en cada calle de mi cuerpo

Esta carne maltratada

Sintió aberración

La primera vez que hombre me pego yo ya sabia que significaba

No decir nada

Solamente figurar en tu cabeza el derrumbe

De lo que seria la viga que atravesaría tu hígado

no ver la luz otra vez

la cuchilla afilada

el remedio para la tos

las pastillas para la fiebre

cualquier detonante sería bienvenido

pero desde ese día solamente camino sin sentir las piernas

también dejo que me lastimen por diversión

para saber

que algún día

este dolor entrañado

va a decir adiós.