artista visual y poeta que utiliza como medio principal el performance. Vivo y trabajo en Guatemala desde el año que nací en 1974. Para desarrollar mi trabajo utilizo mi propio contexto como punto de inicio para explorar y denunciar situaciones éticas con respecto a violencia social e injusticias relacionadas a discriminación racial y de género. Investigar las relaciones de poder ha sido siempre un eje de interés importante a lo largo de mi proceso que inició en el año 1999, con el performance El dolor en un pañuelo.
En el año 2005 recibo el León de Oro al Mejor Artista Joven en la 51ª Bienal de Venecia y en 2011 recibo el Premio Príncipe Claus de los Países Bajos. He participado
en eventos como la Aichi Triennale, la Segunda Bienal de Wuzhen, la 49, 53, y 54 Bienales de Venecia; la Documenta 14 en Atenas y Kassel, la 9ª Bienal Internacional de Cuenca, la 29ª Bienal de Artes Gráficas de Ljubljana, la Bienal de Shanghai la Bienal de Pontevedra, la 17ª Bienal de Sidney, la 2ª Bienal de Moscu, 1ª Trienal de Auckland, entre otras.
Mi trabajo está en colecciones como el MoMa y Guggenheim en Nueva York, Pompiduo en Paris, Tate Londres, Daros Suiza, Castillo de Rivoli, Italia.
He publicado el libro Personal e Intransmisible en el año 1999 con editorial Coloquia, el libro Telarañas en el año 2017 con ediciones del Pensativo, Antigua Guatemala y Rabia en 2020 con la editorial.
para Mónica Casco
Vamos a defendernos
con los puños
las uñas
los dientes
las cuerdas vocales
la vagina
el útero
los ovarios.
Vamos a defendernos con verdades
cambios de luna
fuerzas ancestrales.
Vamos a defendernos con canciones
ideas
la voz.
Con poemas
tejidos
dibujos
acciones.
Vamos a defendernos entre todas
y cada una
porque todas somos una
y sin una
no somos todas.
Vamos a defendernos entre todas
antes de que todas caigan
y de nosotras
no quede ninguna.
—
Por cada milpa que tú quemes
nosotros sembraremos cien semillas
Por cada feto tú mates
nosotros criaremos cien hijos
Por cada mujer que tú violes
nosotros tendremos cien orgasmos
Por cada hombre que tú tortures
nosotros abrazaremos cien alegrías
Por cada muerto que tú niegues
nosotros tejeremos cien verdades
Por cada arma que tú empuñes
nosotros haremos cien dibujos
Por cada bala perdida
cien poemas
por cada bala encontrada
mil canciones.
—
(a mis tres hermanas Helena, Rosa y Lucía)
¿Qué dirán de mí si un día aparezco muerta?
Abrirán mis gavetas
sacarán mis calzones al sol
revisarán minuciosamente mi pasado
y dirán
quizás
que lo merezco.
Cada periódico hará un despliegue de mis defectos
mis vicios
mis fallas
y dirán
quizás
que lo merezco.
Se desnudaba con demasiada facilidad
dirán algunos
fumaba mariguana
dirán los otros.
Saber en que estaba metida
dirá fulanito
saber que debía
dirá menganito.
Se acostó con el que ahora es mi esposo
dirá la zutana
era una puta
dirá la fulana
una loca
pensará merengana.
Una comunista que afirmaba el genocidio
escribirá perengano
una vergüenza para el país
apuntará perencejo.
Una cualquiera
denunciará el policía
tenía las uñas mal pintadas de rojo
y la marca de un arete en el ombligo.
Una marera
concluirá el fiscal
tenía la pierna tatuada con zopilotes
y una horrible telaraña en la parte de atrás.
Alguien localizará mis antecedentes penales
en la comisaría de Santa Catarina Pinula
y esa será mi perdición.
Dirán entonces que era una paria
una delincuente
una mala semilla
una drogadicta.
Las señoras en sus casas dirán que fue lo mejor para Guatemala
el envidioso se alegrará en secreto con la noticia
y unos cuantos que me quisieron no dirán nada.
En mi entierro
mis tres hermanas
limpiarán sus lágrimas
y limpiarán mi nombre.
Dirán que es mentira
que Regina nunca estuvo vinculada al PRI
que no fue una puta
ni una loca
ni una vaga
ni una maleante
ni una bandida
ni una terrorista
ni una delincuente
ni una paria
ni una asesina
ni una ladrona
ni una extorsionista
ni una drogadicta
ni una vendida
ni una comunista
ni una criminal
ni una marera.
Dirán que Regina fue su hermana
y que buena.
Y de tí
¿Qué dirán de tí si un día apareces muerto?